Leo que el filósofo Karl Jaspers le preguntó al también filósofo Martin Heidegger: "¿Cómo puede usted pensar que un hombre tan inculto como Hitler va a poder gobernar Alemania?". A lo que su hipnotizado colega respondió: "La cultura no tiene importancia. ¡Observe sus maravillosas manos!". A veces, la sensibilidad también puede nublar la vista; y las delicadas manos de un pianista pueden acabar firmando decretos de exterminio.
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