Un poema de Daniel Berrigan —que este mes cumplió 89 años— para los que caminan y permanecen en pié (aclaro que la traducción es libre y aficionada; quien quiera la versión original, recitada por el propio Dan Berrigan, puede verla y escucharla aquí):
Algunos resistieron una vez, y se sentaron.
Algunos caminaron una milla, y se fueron.
Algunos resistieron y resistieron y resistieron.
Fueron tomados por idiotas,
por bobos fueron tomados.
Algunos caminaron y caminaron y caminaron.
Recorrieron la tierra,
recorrieron las aguas
recorrieron el aire.
"¿Por qué camináis?", les preguntaron, "¿y por qué resistís?".
"Por los niños", dijeron,
"y por el corazón,
y por el pan".
"Porque la causa es el latido del corazón
y los niños nacidos
y el pan ofrendado".
P.S. Ayer olvidé mencionar que la foto del campo de amapolas que ilustraba el comentario es obra de Alfonso Blesa. ¡Gracias Alf!
Algunos resistieron una vez, y se sentaron.
Algunos caminaron una milla, y se fueron.
Algunos resistieron dos veces, luego se sentaron.
"Me he complicado la vida", dijeron.
Algunos caminaron dos millas, luego se fueron.
"Es demasiado", gritaron.
"Me he complicado la vida", dijeron.
Algunos caminaron dos millas, luego se fueron.
"Es demasiado", gritaron.
Algunos resistieron y resistieron y resistieron.
Fueron tomados por idiotas,
por bobos fueron tomados.
Algunos caminaron y caminaron y caminaron.
Recorrieron la tierra,
recorrieron las aguas
recorrieron el aire.
"¿Por qué camináis?", les preguntaron, "¿y por qué resistís?".
"Por los niños", dijeron,
"y por el corazón,
y por el pan".
"Porque la causa es el latido del corazón
y los niños nacidos
y el pan ofrendado".
P.S. Ayer olvidé mencionar que la foto del campo de amapolas que ilustraba el comentario es obra de Alfonso Blesa. ¡Gracias Alf!
Gracias a tí, Andrés, por el vuelo del pájaro pinto sobre este campo.
ResponderEliminarAlf