martes, 6 de julio de 2010

Viaje

Viaje en el día a Madrid, ir y volver en coche, para llevar a I. al aeropuerto. Seguimos así, todos, el aprendizaje de la tensión entre el desarraigo y el enraízamiento. Quienes mejor aprendieron esa tensión —lo cuenta la Carta a Diogneto, un escrito anónimo del siglo II atribuido a la tradición de Pablo de Tarso— son aquellos que "habitan en su propia patria, pero como forasteros; toman parte en todo como ciudadanos, pero lo soportan todo como extranjeros; toda tierra extraña es patria para ellos, pero están en toda patria como en tierra extraña".

Al volver, aprovecho para descansar un rato visitando el Monasterio de Santa María de Huerta. Paseo solo, despacio, por el viejo monasterio, acompañado de un constante zureo de palomas. ¿Qué se estarán diciendo?

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