miércoles, 29 de diciembre de 2010

El informe (un relato de Javier W. Fontiveros)

"I struggle to find
any truth in your lies"
Mumford and sons, "Awake my soul"


No es habitual que el cliente encargue una investigacion sobre sí mismo, pero este es el caso de Alicia, obsesionada por saber quién y cómo es en realidad. En esa incansable, agotadora e interminable búsqueda, Alicia consultó con toda suerte de consejeros espirituales y psicoterapeutas de diversas escuelas pero, desencantada por los resultados obtenidos hasta el momento, optó por acudir a una agencia de detectives privados. Era el último recurso —y seguramente no el definitivo— y ahora tenía ante sí, sobre la mesa, el resultado de las pesquisas que la agencia había llevado a cabo en los últimos meses sobre ella. Abrió el informe y comenzó a leer en voz alta, como masticando lentamente las palabras: "No es habitual que el cliente encargue una investigación sobre sí mismo..."

jueves, 16 de diciembre de 2010

Romaria

De un viaje reciente me he vuelto imbuido de música brasileña, como este conocido "country" brasileño de Renato Teixeira, interpretado por Almir Sater, y lleno de "saudade".

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Claustro Universitario

Ay pena, penita, pena. Ayer, sesión ordinaria del Claustro de la Universidad, su "máximo órgano de representación", integrado por miembros del personal docente e investigador, el personal de administración y servicios y los estudiantes, para discutir y resolver los asuntos de costumbre.

El Rector presenta su informe de gestión y las líneas de actuación para el próximo año, y los representantes de unos y otros grupos y sectores intervienen para reflexionar y debatir sobre el presente y el futuro de la Universidad. Salvo alguna honrosa y aislada excepción —con nombre de mujer— las intervenciones tanto del Rector como del resto de los (y las) intervinientes son grises y planas, tanto en el fondo como en las formas, y la mayoría de ellas únicamente preocupada por saber qué hay de lo mío y con la mirada puesta y fija en lo anecdótico y lo inmediato. Ese tono infantil resulta especialmente enfático en el caso de los estudiantes (supongo que me estoy haciendo mayor), consumidores satisfechos y consentidos enarbolando banderas de marca con aire presuntamente revolucionario. En general, las mismas consignas de los últimos años, aunque la realidad sea radicalmente distinta. Vuelo gallináceo.

Hace unos días estuve en una Universidad de un país Sudamericano. Pobre en recursos y rica en ilusión, sus profesores y estudiantes rebosaban algo de lo que me da la impresión que la mayoría de nosotros, con nuestro triste complejo de hidalgo venido a menos, carecemos: el entusiasmo. Y así seguimos, lamentándonos de lo que podríamos haber sido si no fuera por lo que somos, aferrados a espejismos en un desierto de arena, ay pena, penita, pena.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Desplazándome

Se dice que la gente ya no viaja. Se desplaza. Es verdad; y también queda desplazada. Ayer después de unos cuantos vuelos de desplazamiento, piso por primera vez Brasil. Por la tarde, visita a la ciudad y alrededores. Es verdad también que todas las ciudades tienden a parecerse —sin conseguirlo. Pero siempre hay algo que les diferencia: la luz.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Arbitrariedad

Hace muy pocos días, llegó la información sobre la convocatoria de una institución pública universitaria (no diremos cuál, para que nadie se dé por aludido) para proponer cursos y actividades para una Universidad de verano. El plazo finalizaba el próximo día 10 de diciembre, lo que a todas luces parecía un periodo de tiempo exiguo para poder diseñar y proponer cursos en las debidas condiciones (que exige pensar un programa razonable, contactar y acordar con los ponentes adecuados, buscar la financiación necesaria, etc.). Cabía pensar que en la convocatoria había un error, que en realidad se tratara del 10 de enero (la fecha habitual), de manera que una compañera se puso en contacto con los responsables del programa para averiguar si así era. La respuesta, en varios tiempos y llamadas fue que no, que no había un error, pero que vamos, que total, como la Comisión correspondiente se reunía el 10 de enero, pues que si ella lo presentaba más tarde no tenía por qué haber problema. ¿No tenía por qué haberlo?¿pero podría haberlo?¿Y el resto de los posibles proponentes que no hablaron por teléfono con esa persona?¿podrán enviar sus propuesta también fuera del plazo establecido en al convocatoria? Y si es así, ¿para qué está el plazo en la convocatoria?